viernes, 23 de septiembre de 2016

Si y no.

Alma Gemela, dos pequeñas palabras, un gran concepto.

Si hay algo que puede hacer una ciudad medianamente grande como Madrid, es darte la posibilidad de encontrarla. Y no es más que la creencia de que alguien en algún lugar, sostiene la llave de tu corazón y la casa de tus sueños. Muchos hablan de ella, otros la conocen, y a otros les resbala la idea. "Solo tienes que encontrarlo". Qué fácil es decirlo. Si sólo tienes que encontrarlo, ¿dónde está esa persona? ¿Por dónde empezamos a buscarla? ¿Hay una persona allá afuera esperando para completarnos? Si es así, no termino yo de creer en esto. Quizás es que no me doy cuenta de lo que me dicen los ojos del de enfrente. No sé a vosotros, pero a mí estas cosas me las tienen que explicar con una diapositiva, con manzanas y aún así, no terminaría de creérmelo.

Muchos confirman haberla encontrado, y casualmente son éstas personas las que o más tarde, o más temprano, terminan la relación. Les comenté esta idea a mis amigas, y puede que el problema resida en anunciar la presencia de este algo en nuestras relaciones. Yo no paraba de preguntarme si era el miedo a decir en alto lo que creemos en realidad o si era valor de querer guardar para nosotros lo que, aparentemente deberíamos compartir. A pesar de todo, sigue habiendo un problema; y si amaste a alguien y no funcionó ¿significa eso que no era tu alma gemela? ¿O era sólo el subcampeón del gran programa de concursos llamado “Por siempre felices”? Y si no la encuentras, ¿quiere eso decir que eres una persona incompleta? Lo malo de la única alma gemela es que es tan inalcanzable que tiene que fallar y te sientes mal sobre ti mismo y eso hace que la brecha entre el Santo Grial y los idiotas sea aún más grande. Prefiero pensar que tenemos más de un alma gemela y que si pierdes uno, llegará otro... como los autobuses.

Sin embargo, es posible que la mala creencia de una única alma gemela se encuentre en unas preguntas mal formuladas. Ayer, paseando por los bares de las calles de Madrid, mis amigas y yo tuvimos cierto percance que hizo que me replanteara muchas cosas. ¿Y si mi alma gemela no es un hombre que pueda darme su felicidad y simplemente es la amiga que te apoya y llora contigo dentro del baño de su casa con el grifo abierto? ¿Es posible que todos estos años, que todas las anteriores mujeres y hombres de la historia hayan buscado su alma gemela en un lugar que no era el correcto? Si es así, entonces me tendré que plantear ésta idea furtiva de dos personas que encajan en colores y valores. Y que no existe una persona especial en el mundo, si no que todos somos totalmente diferente y lo que uno te da, te lo quita otro y así sucesivamente. 

Si que es verdad que ven antes los de fuera el humo, que los de dentro las llamas. Así que, si ya dejaba de creer en hombres capaces de formar parte de mi vida, me he dado cuenta de que soy más feliz así, soltero, con la resaca de ayer por la noche, sin dejar de pensar en mi alma gemela; de que todos somos quienes somos por lo que hacemos y decimos, y que una fiesta con amigas un poco pedo son las mejores fiestas que se pueden tener. 

1 comentario:

  1. Si la vida fuera sorpresas, ésta sería una de ellas. Muy bonito lo que dices Unai, nada más maravilloso que encontrar lo verdadero en la amistad.

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