viernes, 6 de mayo de 2016

¿Chicos normales o tipo croissant?

Una de las mejores cosas de vivir en una ciudad como Madrid, es poder salir a la calle sin sentirte juzgado. Puedes tomarte un gintonic en una terraza y tener una ración de sexo salvaje el mismo día. Curioso y limitante. Por ello, con fines meramente de investigación, decidí fijarme en la fauna que corría por las calles, y mientras caminaba no podía dejar de preguntarme ¿es posible hallar el amor en una ciudad en la que se te juzga por lo ajustada que llevas la camiseta o por lo corta que tengas la falda?

Cuando eres como yo, y te mudas de una pequeña ciudad a una grande lo primero que piensas es en lo mucho o poco que vas a ligar, nos pasa incluso cuando viajamos. Y qué menos podía esperar yo al saber que había una zona "diferenciada" para "gente como yo". Lo veía claro y me decía a mi mismo: si no he encontrado pareja en mi lugar de nacimiento, lo encuentro aquí por cojones, pero... ¿es Chueca la mejor zona para encontrar al amor de tu vida o solo somos los gays extranjeros los que nos introducimos en ese mundo por el hecho de formar parte de él?

Saliendo de fiesta, como cada jueves con una de mis amigas, encontramos a lo que venía siendo una perfecta descripción de un tío empotrador de las calles de Chueca, un dios del Olympo, una escultura mejor que la de Miguel Ángel. En definitiva, un griego, español, mejor inflado que las ruedas de mi coche y tan alto que al hablarle, mi boca prácticamente chocaba con su pezón derecho perforado. No voy a negar que no se me pasara por la cabeza más de una vez la posibilidad de acostarme con él, pero tenía la necesidad de saber qué le rondaba por la cabeza. Pensando que la noche era larga, dejé a mi amiga que hablará con él, y gracias a eso me llevé una grata sorpresa. Al parecer, su armadura de tipo duro no era más que eso, una armadura y que había salido de fiesta por el hecho de que le habían roto el corazón. Tratando de usar mis dotes de actor, fingí que aquello no me sorprendía pero no era así. No digo que no tengan corazón, pero ¿sería posible que los "chicos croissant" pudieran enamorarse y ser despreciados y abandonados como perros? ¿Acaso tenemos una idea equívoca del hombre sano y musculado o solo los damos de lado porque creemos que buscan sexo y nada más? Puede que éste hombre no fuera más que la excepción que confirma la regla, o un gran representante de todos esos hombres que se preocupan más por su peinado que por la persona que tienen al lado. Las otras veces que volví a ver a mi Dios griego, seguía igual de soltero y feliz; y paseando de nuevo a sus pezones con un chaleco sin camiseta.

Aunque por el momento, me quedo con esos chicos no tan fibrados; esos que se esconden entre un grupo grande de amigas y así, cierro temporalmente mi capítulo de tíos cachas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario